viernes, 12 de abril de 2013

El caos de la primera visita de los suegros en casa



         Creo que nunca había estado tan consciente de los distraída que soy  hasta que invité a mis suegros a conocer mi casa, sabía que no todo sería impecable desde el momento en que mi marido decidió que él cocinaría, pero no pensé que sería tan …. Tan… desorganizado todo, pensé que con tener la parte de la comida cubierta sería suficiente, el menú que mi marido había decidido sería, de entrada unos canapés de jamón serrano y salsa griega (que a mi marido le quedan deliciosos), después sopa de cebolla,  de plato fuerte  medallón de carne encima de cama de puré de papa con serpentina de camote, con días anteriores mi marido ya me había cocinado todo este menú y le había quedado delicioso así que sabía que en cuanto a la comida todo estaría correcto, con el postre decidimos aventurarnos y mi marido preparó una receta que encontró en internet de pay de zanahoria con crema de chocolate (craso error), lo bueno es que de respaldo para el postre mi marido también decidió hacer trufas de chocolate que ya las había hecho varias veces y siempre le quedan buenas (al principio un poco duras pero con la práctica les fue mejorando la consistencia). Con el menú planeado tal pareciera que lo único que había que verificar es que la casa estuviera limpia y ordenada (a excepción de la bodega claro está. Ese lugar es un hoyo negro), para que cuando mi suegra viera la casa no se asustara del chiquero en el que tengo a su hijito adorado. Ese sábado le pedimos a nuestro mozo que llegara temprano para que nos ayudara en poner en orden la casa mientras mi marido cocinaba, el problema principal de mi casa es que tengo dos preciosos perritos raza bulldog francés que siempre están dentro de la casa y dejan todo lleno de pelos, por lo que si un día la casa no se limpia da el aspecto de que nadie ha limpiado en años, pero a mi marido se le empezó a complicar la realización de tanto platillo y me empezó a pedir ayuda, me puso a pelar los camotes, calentar chocolate, picar el coco…que ni yo me di abasto y le pedimos ayuda a nuestro mozo para que nos apoyara en la cocina, el se puso a moler galletas, pelar papas etc. Mientras que la casa quedaba sin limpiarse y la cocina quedaba peor que si hubiera pasado un remolino, cuando nos dimos cuenta, yo estaba llena de harina toda desarreglada, la casa estaba todavía peor y la comida no estaba lista, pero había otro detalle… me olvidé por completo de la mesa, no había colocado los platos, las copas, los cubiertos finos, los manteles individuales, las servilletas de tela…¿¡servilletas de tela!?, ¡un momento!, ¡yo no tengo servilletas de tela!, ¿Cómo es que nunca había caído en ese detalle?, ni modo, con la pena tendrá que ser con servilletas de papel, me detuve de lo que estaba haciendo y como loca me pongo a buscar la vajilla buena y no la encuentro por ningún lado, preguntó y me informan que se guardó en la bodega (si, la que originalmente sería el cuarto de los bebés y acabó de bodega por el exceso de cosas inútiles acumuladas por mi marido), casi con miedo me adentro en esa oscura cueva, que no tiene luz porque las cajas tapan las ventanas, y en un mundo de torres de bolsas y cajas empolvadas llenas de cosas me pongo a buscar dónde rayos, pusieron la caja con la vajilla buena, después de un largo rato de buscar en esa bodega, que tengo la sospecha que fue la que inspiró a la escritora JK. Rowling para crear la “Sala de los menesteres” de la escuela hogwards, doy con la caja de platos y la sacó para inmediatamente volver a entrar para buscar los mantelitos individuales, que no aparecen por ningún lado, luego me pongo a buscar el baúl de los cubiertos de plata, cuando salgo con ellos empiezo a colocar en la mesa el sinfín de cubiertos que se requiere poner para una comida de varios tiempos, cuchara, cuchillo, cuchara para el postre, tenedor largo, tenedor chico, (todavía no estoy segura de saber para que se necesitan dos tamaños de tenedores, pero los pongo), luego voy para las copas, pero resulta que hay copas de agua, copas de vino tinto, copas para vino blanco y me doy cuenta de que realmente no tengo la menor idea de cuál es el protocolo a la hora de colocar las copas ¿se deben de colocar todos los tipos de copa? O ¿sólo un tipo de copa?, posiblemente si no hubiera sido tan renegada, lo hubiera aprendido de mi abuelita cuando ella quiso enseñarme, pero no lo quise aprender y ella se fue al cielo sin habérmelo explicado nunca,- ¡qué importa!- pienso y decido colocar un solo tipo de copa, cuando, según yo, termino con la mesa, veo que ya es casi la hora de que lleguen y tengo que arreglarme, porque estoy llena de polvo de la bodega y parezco una indigente, antes de subir a tomar un baño me fijo que hay una bolsa de lavandería en el sofá de la sala -¿me pueden explicar que hace la bolsa de ropa limpia en el sofá de la sala?- preguntó y la tomó y me la llevó de ahí, apenas entro al baño para darme una ducha, escucho que llegan mis suegros, mi cuñada y mi cuñado con su novia, yo estoy muy lejos de estar lista, me baño, me visto y me arreglo lo más rápido posible, pero aún así me toma tiempo y no pude recibir como se debe a la familia de mi marido, sin embargo ellos muy platicadores se sientan en el comedor a platicar alegremente mientras le “echan” un ojo a la casa, que por cierto no está muy limpia, ya que con las prisas el ayudante doméstico solo le dio una “pasadita”, seguro mi suegra lo notó, pero no dijo nada porque ella es muy agradable incapaz de incomodar a alguien conscientemente, cuando por fin bajo empieza la danza de la comida, mi suegra se medo infarta porque no hay servilletas de tela y muy linda se ofrece a hacerme unas,  los mismo con los mantelitos individuales que al final si aparecieron pero solo siete y yo necesitaba ocho, con mucha pena tuve que utilizar uno diferente al resto, pero claro que este hecho es muy vergonzoso, por cierto el resto de los mantelitos individuales aparecieron al día siguiente de la comida, cuando mi marido me pide ayuda para servir los platos, creo que mi suegra viendo lo desorganizada que soy y también por una necesidad intrínseca de ella de no soltar la batuta incluso cuando no es su casa, se levanta y se pone servir la comida y a dar órdenes al mozo como si ella fuera la anfitriona, este hecho no me agrada mucho, porque desorganizada o no esa es mi casa y no la de ella, pero también sé que ella no lo hace de mala persona o para molestarme simplemente lo hace para ayudar (aunque nunca le pedí ayuda) y porque está acostumbrada a hacerlo, tal vez su no la conociera me hubiera molestado que lo hiciera, pero como la conozco y de corazón sé que lo hace de buena, decido dejarlo pasar y permitirle que ella de las órdenes, evidentemente a la hora de servir el vino comenzó otro caos, porque las copas no eran las correctas y ella se la pasó cambiando las copas para todos los comensales dependiendo del vino que tomasen o si tomaban agua, hizo un gran lio de eso y yo me pregunto ¿Sería muy grave tomar vino blanco en copa de vino tinto? ¿No podía dejar pasarlo tan solo por una vez? , posiblemente no, y tendría razón, las cosas siempre se deben de hacer correctamente sino se terminan haciendo mal todo el tiempo, al final la comida pasó, hubo algunos desperfectos como que la serpentina de camote salió mal, y el pay de zanahoria quedó mal cocido, pero los canapés, la sopa, la carne, el puré y las trufas quedaron bien, aun con tantos contratiempos todos se fueron de ahí muy contentos, o cuando menos eso dijeron frente a nosotros, no sé que habrán comentado a nuestras espaldas, y yo me quedé con ciertos pendientes:

  1. Comprar servilletas de tela
  2. Comprar manteles individuales elegantes
  3. Averiguar la colocación de las copas en la mesa
  4. Poner los platos y cubiertos finos FUERA de la bodega o “Sala de menesteres” de mi casa.

miércoles, 10 de abril de 2013

Los secretos para el buen matrimonio.



      Si alguien le dio click a esta entrada de blog creyendo que obtendrían las respuesta respecto a cómo llevar un mejor matrimonio, se van a desilusionar mucho cuando les diga que no tengo la menor idea al respecto, (recuerden que no llego ni a un año de casada) no voy a engañar a nadie ni tampoco voy a fingir ser experta en algo en lo que realmente no tengo la menor idea y creo que son pocos, si no es que nadie, los que pueden afirma algo así, ni siquiera muchas de nuestras abuelitas que duraron casadas hasta que enviudaron podrían afirmar algo así, porque como dice el título de esta entrada estamos hablando de los secretos para un buen matrimonio y no de los secretos para una matrimonio largo. Actualmente se puede escuchar a tanta gente mayor quejarse del número de divorcios que hay actualmente y que antes eso NO existía, pero esto se da, no porque en el pasado los matrimonios fueran mejores que los actuales sino porque ahora la gente es más honesta consigo misma y no se obliga a estar dentro de una unión aunque sean infelices como era antes. En mi opinión y aclaro que se trata de mi humilde opinión, pero no soy psicóloga ni experta en el tema, tener un buen matrimonio no basta con NO divorciarse y vivir una vida insoportable junto a una persona sino de todo lo contrario, de ser felices junto a una persona y por tal razón mantenerte a  lado de esta persona que es tu complemento, una felicidad derivada, del amor, el equilibrio y el respeto mutuo, ¿pero cómo se consigue esto?, la respuesta obvia sería, esforzándose para hacer feliz a tu pareja, respetándola y amándola mucho, pero si esto se diera tan sencillo entonces ¿Por qué hay tanto divorcio?, la realidad es que vas a la escuela, luego a la universidad y luego si deseas a una maestría, pero en tu educación básica nadie te da clases de matrimonio, si hay personas que van a círculos de novios pero son minoría, entonces la mayoría se casa sin tener idea de lo que es llevar un matrimonio y ahí es cuando surgen muchas sorpresas.  Antes de casarte muchas personas se te acercan a decirte que el matrimonio es difícil pero nunca te aclaran difícil en qué sentido o las razones por las cuales es difícil, eso es algo que yo no comprendí del todo hasta que me casé, si cuando empecé a vivir en matrimonio empecé a comprender exactamente a que se referían y realmente mi noviazgo con mi actual marido fue tan bueno que nunca pude visualizar exactamente como puede ser difícil, pero ya que te casas entiendes que sí, efectivamente lo es, y no vayan a creer que llevo un mal matrimonio porque a mis once meses de casada me siento felizmente casada, pero eso no implica que sea fácil, simplemente porque no importa cuánto convivas con tu novio hasta que no vives por un largo período de tiempo con él, no lo terminas de conocer, y en México la tradición es diferente a la europea dónde los novios se van a vivir juntos varios años antes de casarse, no, las mexicanas somos en su mayoría mas tradicionales y nos quedamos en la casa paterna hasta que literalmente nuestros padres o tutores nos entregan a nuestros maridos el día de nuestra boda y a partir de ahí nos vamos a vivir con nuestros maridos, así fue como mi abuela lo hizo, así fue como mi mamá lo hizo y así fue como yo lo hice, claro actualmente las tradiciones han ido cambiando y se están haciendo más liberales como en Europa, pero todavía ésta tradición es vigente, ¿Cuál es mejor? ¿La europea o la mexicana?, realmente no lo sé y tampoco creo que haya una respuesta absoluta para esto, creo que es algo que depende de cada quién, pero siguiendo la tradición mexicana no llegas a conocer a tu marido al 100% hasta que ya estas casada y vives con él y en ese proceso te llevas varias sorpresas como seguramente él se las debe de llevar contigo, porque un matrimonio es la convivencia diaria e intensiva de DOS personas, provenientes de DOS familias diferentes con DOS maneras de educación diferente y con DOS tendencias genéticas diferentes, lo que quiero decir es que posiblemente puedas convivir perfectamente con tus hermanos, pero ellos son el resultado de una genética similar a la tuya con una manera de educación similar a la tuya y aunque no te des cuenta tu manera de entender el mundo es a través de los ojos de tus padres porque ellos te lo enseñaron y por lo mismo igual tu manera de enfrentarlo será similar a la de tus padres y a la de tus hermanos que aprendieron de ellos, pero cuando te unes a otra persona y vives con ella, esta persona tendrá las maneras de sus respectivos padres que son muy diferentes a la de los tuyos y por lo tanto habrá choques a la hora de enfrentar o resolver problemas o simplemente enfrentar la vida diaria y esos choques se van a ir dando incluso en las cosas más insignificantes desde lo que tardas tomándote un baño, hasta el tipo de programas que ves en la tele o el régimen alimenticio al que estés acostumbrado, hay hombres que exigen comida casi gourmet todos los días a la hora del almuerzo (porque eso era lo que su mamá le cocinaba diariamente) y hay otros que con comer el mismo sándwich todos los días son felices, en mi caso tuve suerte porque él es quién cocina, pero si en las cosas pequeñas hay fricciones muchas más en las cosas grandes como la manera de llevar el presupuesto de la casa, los gastos, como cuando y cuántos hijos etc. Y aunque este tipo de cosas si las hables durante el noviazgo por alguna razón las cosas cambian ya que estas casado posiblemente porque no importa cuan largo haya sido nuestro noviazgo siempre intentamos mostrar nuestra mejor cara y ya que estamos casados no hay manera de esconder quienes realmente somos y no únicamente nuestra mejor cara y es así como salen todos los defectos, en mi caso puedo decir que le parecieron defectos que no le conocía y muchos defectos que ya le conocía se hicieron más marcados, seguramente lo mismo le  habrá sucedido a él conmigo, digo nada realmente grave, pero si no fue grave es porque puedo decir que mi noviazgo con él fue bastante sincero, bueno y muy feliz , porque desde que empezamos lo miraba como mi futuro marido y no sólo como mi novio, porque nunca me segué con sus defectos y siempre la relación fue equilibrada y respetuosa porque compartimos los mismos objetivos, pero sobre todo porque había AMOR y la razón para casarme con él, fue resultado de ese amor respetuoso y equilibrado; muchas mujeres se casan porque están pensando más en la celebración del día de la boda que en la vida matrimonial que será EL RESTO DE SUS DIAS( mientras que la fiesta sólo dura uno), o por la ilusión de tener una casa propia (sin entender que en esa casa estará viviendo también ese hombre con el que se están casando sin sentir un genuino amor) o porque sienten que están quedándose atrás (más vale sola que mal acompañada), otras obviamente por dinero (y si el dinero se va, se va la felicidad), otras porque llevan muchos años con el mismo novio y sienten que están obligadas a dar el próximo paso con ese novio pero no están enamoradas (el matrimonio no es apostolado o servicio social, no se casen solo por no querer lastimar a alguien).
Por toda la perorata que ya he escrito anteriormente considero que el PRIMER secreto para el matrimonio no está en el matrimonio mismo sino que está en el NOVIAZGO y en las razones que están detrás de la tan importante decisión, los demás realmente todavía no los sé, pero confío en que los vaya descubriendo mientras recorro este camino llamado matrimonio.
Prometo irlo compartiendo conforme los vaya descubriendo.

martes, 9 de abril de 2013

El desastre en la casa.



          Es increíble la manera en la que nuestras madres y nuestras abuelitas lo hacen parecer tan sencillo, pero no lo es, llevar una casa, no, no lo entiendo, no entiendo como lo hizo mi abuela, que aunque se dedicó enteramente al hogar lo hizo criando a ¡7 hijos!, yo contrabajo y puedo hacerlo con mis dos perros cuyo cuidado en su mayoría está en manos de mi marido, y tampoco comprendo como lo hizo mi madre con sus cuatro hijos y llevando una carrera como profesionista, ni siquiera me refiero al hecho de dedicarse a cocinar la comida del día porque ninguna de las dos fueron muy de la cocina, ni mi madre, ni mi abuela; me refiero a cosas que parecen muy sencillas e insignificantes pero son de suma importancia como mantener la casa limpia, o llevar la ropa a la lavandería, que los platos estén siempre limpios, revisar el correo cada cierto tiempo (porque si no, éste se acumula por montones) ¿Qué día se paga la luz? ¿el agua?, ¿el teléfono?, ¿la tv de paga?, aunque realmente los pagos los ve mi marido pero igual nos incumben a las mujeres actuales, no podemos olvidar hacer las compras de la quincena y es muy importante no olvidar nada en éstas porque si no, es muy probable que un día no te puedas lavar los dientes o peor aún ir al baño, son cosas tan pequeñas como verificar que siempre haya rollo de papel de baño, de las cuales cuando vives con tu familia ni te fijas de su importancia (porque es tu mamá la que lo hace por ti)  pero que al final del día son muy importantes, igual está el problema de espacio, no todos nos podemos dar el lujo de tener una casa enorme , entonces casa cosa debe de ir en su lugar y ese pequeño detalle nunca lo piensas cuando vives con tus padres, si compras algo ves luego en que parte de tu armario lo amontonas, pero cuando ya llevas una casa tienes que buscar espacio para cada cosa, ¿Dónde deben de colocarse la toallas limpias? ¿y el cesto de ropa sucia?, ¿Dónde rayos colocar los paquetes de rollos de servitoallas?, tienes tu diminuta cocina repleta y no hay espacio donde poner el nuevo set de ollas que tanto urgía comprar o el burro de planchar, incluso a la hora de comprar libros te ocupa espacio mental el pensar exactamente dónde los vas a colocar sin que sean un estorbo. Nadie te prepara para eso, en mi caso tengo bastante apoyo de mi marido quién ya vivía solo y está acostumbrado a eso, de igual manera tengo apoyo de una bendición del cielo que es un ayudante doméstico que mi esposo contrata cuatro días a la semana, pero aún así mi esposo es sumamente desordenado, el ayudante sumamente despistado y yo… yo creo que estoy en la luna en este aspecto, a mi me educaron mas para tener una carrera y trabajar en ella que para cuidar de mi casa, soy una profesionista que trabaja y fuera del horario de trabajo trato de llevar mi hogar, pero ¿a quién engaño? Mi hogar es el que me está llevando a mí, nadie nunca me preparó para esto y con todo el apoyo que recibo de mi marido y el ayudante del hogar no es suficiente sobre todo porque mi marido tiene el defecto de acumular cosas, libros por montones, figuras de madera en forma de diferentes reptiles, estatuas, utensilios de cocina (porque es él el que cocina en la casa) aparatos para hacer ejercicios, pesas, cuadros, diferentes mesas y muebles, portarretratos, cosas coleccionables e inútiles como “la daga del señor de los anillos” en fin, nunca acabaría miles de cosas, al final, con tanta cosa, optamos por guardar “momentáneamente” unas pocas cosas dentro de un cuarto de la casa que no estamos utilizando porque es el cuarto para los bebés, cuando los tengamos, en un futuro ni muy lejano ni muy cercano, pero esas pocas cosas al poco tiempo se convirtieron en muchas cosas y sin darnos cuenta el cuarto de los bebés se terminó convirtiendo en una bodega, en la que ya hay tantas cosas que al final de cuentas no encuentras nada, sólo un exceso de polvo. Un día mi esposo estando harto de la bodega y de las cosas que ahí tenemos acumuladas y amontonadas le dijo al ayudante doméstico: -“Ya estoy harto de este cuarto lleno de cajas, el  fin de semana tú y yo nos vamos a dedicar a ver que es con lo que nos vamos a quedar y que es lo que vamos a desechar porque para el lunes, ya no quiero ver más cajas en éste cuarto”- al día siguiente regresa mi marido del trabajo y ve que en la entrada de la casa hay montones de cajas vacías, mi marido extrañado le pregunta al ayudante: - ¿y estas cajas?- Son de la bodega- le contesta el ayudante y mi marido se extraña de que lo haya hecho sólo, ya que él le había dicho que lo harían juntos el fin de semana, pero por otra parte está agradecido de que el ayudante lo haya hecho sin ayuda de nadie, cuando entra a la bodega se lleva la extraña sorpresa de que todo sigue lleno de cosas y le pregunta al ayudante:- ¿no que habías limpiado la bodega?- y éste le contesta:- No, hice lo que me pediste, dijiste que ya no querías ver cajas así que todo lo cambie a bolsas- y efectivamente, todo estaba dentro de bolsas grandes de basura amontonadas en la bodega, mi marido se da un golpe en la frente e intenta tener paciencia, piensa que posiblemente el no supo comunicar de manera clara lo que en realidad quería hacer; mientras seguimos con una bodega llena de cosas guardadas en bolsas y con otro montón de cosas que usamos todos los días como los rollos de servitoalla que todavía no sabemos exactamente en dónde guardarlas. Al final todo es experiencia y mientras yo voy adquiriendo experiencia para llevar mejor mi casa, mi marido va adquiriendo experiencia para podercomunicarse mejor con el ayudante de la casa y nuestro hogar poco a poco va tomando forma.

lunes, 8 de abril de 2013

La presión para el matrimonio



No sé bien la razón por la cual estoy haciendo esto, ni siquiera creo que alguien me vaya a leer, pero, hace unos días me entró el gusanito de escribir un blog y heme aquí, ahora escribiendo. En 15 días cumplo mi primer año de casada y tal vez es por eso que creo que deseo compartir mi experiencia; si empiezo desde el principio....posiblemente la historia se haga demasiado larga, pero si puedo resumir que me casé felizmente enamorada, soy de una ciudad pequeña por lo que, para los estándares de dónde vivo, (por cierto muy limitados) me casé grande, exactamente a los 30 años, no llegaba a ser una quedada, pero estaba a punto de serlo. Unas semanas antes de mi boda hablando con una tía por teléfono respecto a mi boda, le estaba diciendo de lo feliz que estaba de haber encontrado al amor de mi vida y de lo sabia que fue mi decisión al no casarme años antes sólo por el hecho de que todas mis amigas y conocidas de mi edad (muchas de ellas ya divorciadas) lo estaban haciendo, y de que ella no debía presionar a su hija como lo habían hecho conmigo, su respuesta fue bastante pesada cuando dijo:- "No espero que mi hija se case después de los 25 años"- el tono de voz de desprecio que dejó con esta frase, me cayó al hígado, y por dentro pensé que su desilusión iba a ser grande cuando esto no sucediera; realmente lo limitado del cerebro de esta tía no es algo que me preocupe o me afecte, me acuerdo que realmente ni me tomé el trabajo de contestarle a este comentario y cambié el tema educadamente y luego colgué el teléfono, primero que nada porque esta tía se casó a los 23 años, tal vez ella se felicite a sí misma por esto porque se caso joven y antes de los 25, pero la realidad es que ni siquiera terminó la prepa, ya ni siquiera hablar de hacer carrera profesional, muy cierto lleva un feliz matrimonio y me alegro por ella, pero con muchas carencias económicas y ella como el 50% de ese matrimonio amoroso en el que está no ha podido aportar una entrada económica de valor para ayudar a su marido; pero comentarios desagradables y de corta visión como el de esta tía no habían sido los únicos, cada vez que me topaba con alguna tía lejana me hacían la misma pregunta: -¿y tú, para cuando te casas?- y mostraban un semblante de consternación cuando les contestaban que no faltaba poco para ese hecho, creen que por el hecho de que sobre pasas los 25 años tienen derecho a preguntarte respecto a ese aspecto de tu vida, casi como si fuera una exigencia, me pregunto si notaban la falta de respeto que esto implica, es obvio que si en la plática casual no les he mencionado algún proyecto de boda es porque no tengo planes de casarme por lo cual su pregunta no solo queda de sobra sino que es de los más desagradable, prácticamente me las imaginaba hablando a mis espaldas  – ¡Tan linda muchacha, siempre tuvo muchos novios, quién sabe qué tendrá que nunca logró casarse!- todo esto con tono como si hablaran de una enfermedad mortal y contagiosa;  la realidad era que si no me había casado no era porque no había podido hacerlo, oportunidades  tuve varias, sino porque no había querido, de corazón no había querido, mi madre decía que si duraba con un novio cuatro años, de tal manera que la relación podría convertirse en algo muy serio, salía corriendo por la puerta más cercana para nunca mirar atrás, lo cual era en parte cierto, pero no era que huyera para evitar hacer de mi relación algo más serio sino porque a esas alturas de tiempo ya sabía que no iba a ser feliz con quién tuviera de pareja, no importaba que tan buenos y encantadores fueran y algunos los fueron, pero yo soñaba con algo más, yo sabía que no se trataba de encontrar al hombre perfecto sino de encontrar al hombre imperfectamente perfecto para mí, y claro que lo encontré, después de 7 novios y muchos, muchos enamorados por fin lo encontré; pero no puedo evitar pensar que hubiera pasado si me hubiese rendido ante la presión de señoras cabezas huecas que sólo piensan que una mujer  vale la pena de acuerdo al marido con el que esté o de acuerdo a si tiene o no un marido a su lado, el amor se puede dar de varias maneras pero creo que preferentemente se debe de dar cuando una mujer se sienta o esté en camino de estar realizada en más de un aspecto de su vida, lamentablemente muchas mujeres creen que la realización de una mujer únicamente puede venir de la mano de un hombre, si me hubiese rendido ante la presión, ahorita tendría un blog respecto a lo infeliz que soy en mi matrimonio de ya varios años en vez  de hablar de los feliz que soy en mi corto matrimonio, pero realmente ese es tan sólo un aspecto de mi vida.