Es increíble la manera en la que
nuestras madres y nuestras abuelitas lo hacen parecer tan sencillo, pero no lo
es, llevar una casa, no, no lo entiendo, no entiendo como lo hizo mi abuela,
que aunque se dedicó enteramente al hogar lo hizo criando a ¡7 hijos!, yo
contrabajo y puedo hacerlo con mis dos perros cuyo cuidado en su mayoría está
en manos de mi marido, y tampoco comprendo como lo hizo mi madre con sus cuatro
hijos y llevando una carrera como profesionista, ni siquiera me refiero al
hecho de dedicarse a cocinar la comida del día porque ninguna de las dos fueron
muy de la cocina, ni mi madre, ni mi abuela; me refiero a cosas que parecen muy
sencillas e insignificantes pero son de suma importancia como mantener la casa
limpia, o llevar la ropa a la lavandería, que los platos estén siempre limpios,
revisar el correo cada cierto tiempo (porque si no, éste se acumula por
montones) ¿Qué día se paga la luz? ¿el agua?, ¿el teléfono?, ¿la tv de paga?,
aunque realmente los pagos los ve mi marido pero igual nos incumben a las
mujeres actuales, no podemos olvidar hacer las compras de la quincena y es muy
importante no olvidar nada en éstas porque si no, es muy probable que un día no
te puedas lavar los dientes o peor aún ir al baño, son cosas tan pequeñas como
verificar que siempre haya rollo de papel de baño, de las cuales cuando vives
con tu familia ni te fijas de su importancia (porque es tu mamá la que lo hace
por ti) pero que al final del día son
muy importantes, igual está el problema de espacio, no todos nos podemos dar el
lujo de tener una casa enorme , entonces casa cosa debe de ir en su lugar y ese
pequeño detalle nunca lo piensas cuando vives con tus padres, si compras algo
ves luego en que parte de tu armario lo amontonas, pero cuando ya llevas una
casa tienes que buscar espacio para cada cosa, ¿Dónde deben de colocarse la
toallas limpias? ¿y el cesto de ropa sucia?, ¿Dónde rayos colocar los paquetes de rollos de servitoallas?,
tienes tu diminuta cocina repleta y no hay espacio donde poner el nuevo set de
ollas que tanto urgía comprar o el burro de planchar, incluso a la hora de
comprar libros te ocupa espacio mental el pensar exactamente dónde los vas a
colocar sin que sean un estorbo. Nadie te prepara para eso, en mi caso tengo
bastante apoyo de mi marido quién ya vivía solo y está acostumbrado a eso, de
igual manera tengo apoyo de una bendición del cielo que es un ayudante
doméstico que mi esposo contrata cuatro días a la semana, pero aún así mi
esposo es sumamente desordenado, el ayudante sumamente despistado y yo… yo creo
que estoy en la luna en este aspecto, a mi me educaron mas para tener una
carrera y trabajar en ella que para cuidar de mi casa, soy una profesionista
que trabaja y fuera del horario de trabajo trato de llevar mi hogar, pero ¿a quién
engaño? Mi hogar es el que me está llevando a mí, nadie nunca me preparó para
esto y con todo el apoyo que recibo de mi marido y el ayudante del hogar no es
suficiente sobre todo porque mi marido tiene el defecto de acumular cosas,
libros por montones, figuras de madera en forma de diferentes reptiles,
estatuas, utensilios de cocina (porque es él el que cocina en la casa) aparatos
para hacer ejercicios, pesas, cuadros, diferentes mesas y muebles, portarretratos,
cosas coleccionables e inútiles como “la daga del señor de los anillos” en fin,
nunca acabaría miles de cosas, al final, con tanta cosa, optamos por guardar “momentáneamente”
unas pocas cosas dentro de un cuarto de la casa que no estamos utilizando
porque es el cuarto para los bebés, cuando los tengamos, en un futuro ni muy
lejano ni muy cercano, pero esas pocas cosas al poco tiempo se convirtieron en
muchas cosas y sin darnos cuenta el cuarto de los bebés se terminó convirtiendo
en una bodega, en la que ya hay tantas cosas que al final de cuentas no
encuentras nada, sólo un exceso de polvo. Un día mi esposo estando harto de la
bodega y de las cosas que ahí tenemos acumuladas y amontonadas le dijo al
ayudante doméstico: -“Ya estoy harto de este cuarto lleno de
cajas, el fin de semana tú y yo nos
vamos a dedicar a ver que es con lo que nos vamos a quedar y que es lo que
vamos a desechar porque para el lunes, ya no quiero ver más cajas en éste
cuarto”- al día siguiente regresa mi marido del trabajo y ve que en la
entrada de la casa hay montones de cajas vacías, mi marido extrañado le
pregunta al ayudante: - ¿y estas cajas?- Son de la bodega-
le contesta el ayudante y mi marido se extraña de que lo haya hecho sólo, ya
que él le había dicho que lo harían juntos el fin de semana, pero por otra
parte está agradecido de que el ayudante lo haya hecho sin ayuda de nadie,
cuando entra a la bodega se lleva la extraña sorpresa de que todo sigue lleno
de cosas y le pregunta al ayudante:- ¿no que habías limpiado la bodega?-
y éste le contesta:- No, hice lo que me pediste, dijiste que ya
no querías ver cajas así que todo lo cambie a bolsas- y efectivamente,
todo estaba dentro de bolsas grandes de basura amontonadas en la bodega, mi
marido se da un golpe en la frente e intenta tener paciencia, piensa que
posiblemente el no supo comunicar de manera clara lo que en realidad quería
hacer; mientras seguimos con una bodega llena de cosas guardadas en bolsas y
con otro montón de cosas que usamos todos los días como los rollos de
servitoalla que todavía no sabemos exactamente en dónde guardarlas. Al final
todo es experiencia y mientras yo voy adquiriendo experiencia para llevar mejor
mi casa, mi marido va adquiriendo experiencia para podercomunicarse mejor con el ayudante de la casa y nuestro hogar poco a poco va tomando forma.
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