martes, 9 de abril de 2013

El desastre en la casa.



          Es increíble la manera en la que nuestras madres y nuestras abuelitas lo hacen parecer tan sencillo, pero no lo es, llevar una casa, no, no lo entiendo, no entiendo como lo hizo mi abuela, que aunque se dedicó enteramente al hogar lo hizo criando a ¡7 hijos!, yo contrabajo y puedo hacerlo con mis dos perros cuyo cuidado en su mayoría está en manos de mi marido, y tampoco comprendo como lo hizo mi madre con sus cuatro hijos y llevando una carrera como profesionista, ni siquiera me refiero al hecho de dedicarse a cocinar la comida del día porque ninguna de las dos fueron muy de la cocina, ni mi madre, ni mi abuela; me refiero a cosas que parecen muy sencillas e insignificantes pero son de suma importancia como mantener la casa limpia, o llevar la ropa a la lavandería, que los platos estén siempre limpios, revisar el correo cada cierto tiempo (porque si no, éste se acumula por montones) ¿Qué día se paga la luz? ¿el agua?, ¿el teléfono?, ¿la tv de paga?, aunque realmente los pagos los ve mi marido pero igual nos incumben a las mujeres actuales, no podemos olvidar hacer las compras de la quincena y es muy importante no olvidar nada en éstas porque si no, es muy probable que un día no te puedas lavar los dientes o peor aún ir al baño, son cosas tan pequeñas como verificar que siempre haya rollo de papel de baño, de las cuales cuando vives con tu familia ni te fijas de su importancia (porque es tu mamá la que lo hace por ti)  pero que al final del día son muy importantes, igual está el problema de espacio, no todos nos podemos dar el lujo de tener una casa enorme , entonces casa cosa debe de ir en su lugar y ese pequeño detalle nunca lo piensas cuando vives con tus padres, si compras algo ves luego en que parte de tu armario lo amontonas, pero cuando ya llevas una casa tienes que buscar espacio para cada cosa, ¿Dónde deben de colocarse la toallas limpias? ¿y el cesto de ropa sucia?, ¿Dónde rayos colocar los paquetes de rollos de servitoallas?, tienes tu diminuta cocina repleta y no hay espacio donde poner el nuevo set de ollas que tanto urgía comprar o el burro de planchar, incluso a la hora de comprar libros te ocupa espacio mental el pensar exactamente dónde los vas a colocar sin que sean un estorbo. Nadie te prepara para eso, en mi caso tengo bastante apoyo de mi marido quién ya vivía solo y está acostumbrado a eso, de igual manera tengo apoyo de una bendición del cielo que es un ayudante doméstico que mi esposo contrata cuatro días a la semana, pero aún así mi esposo es sumamente desordenado, el ayudante sumamente despistado y yo… yo creo que estoy en la luna en este aspecto, a mi me educaron mas para tener una carrera y trabajar en ella que para cuidar de mi casa, soy una profesionista que trabaja y fuera del horario de trabajo trato de llevar mi hogar, pero ¿a quién engaño? Mi hogar es el que me está llevando a mí, nadie nunca me preparó para esto y con todo el apoyo que recibo de mi marido y el ayudante del hogar no es suficiente sobre todo porque mi marido tiene el defecto de acumular cosas, libros por montones, figuras de madera en forma de diferentes reptiles, estatuas, utensilios de cocina (porque es él el que cocina en la casa) aparatos para hacer ejercicios, pesas, cuadros, diferentes mesas y muebles, portarretratos, cosas coleccionables e inútiles como “la daga del señor de los anillos” en fin, nunca acabaría miles de cosas, al final, con tanta cosa, optamos por guardar “momentáneamente” unas pocas cosas dentro de un cuarto de la casa que no estamos utilizando porque es el cuarto para los bebés, cuando los tengamos, en un futuro ni muy lejano ni muy cercano, pero esas pocas cosas al poco tiempo se convirtieron en muchas cosas y sin darnos cuenta el cuarto de los bebés se terminó convirtiendo en una bodega, en la que ya hay tantas cosas que al final de cuentas no encuentras nada, sólo un exceso de polvo. Un día mi esposo estando harto de la bodega y de las cosas que ahí tenemos acumuladas y amontonadas le dijo al ayudante doméstico: -“Ya estoy harto de este cuarto lleno de cajas, el  fin de semana tú y yo nos vamos a dedicar a ver que es con lo que nos vamos a quedar y que es lo que vamos a desechar porque para el lunes, ya no quiero ver más cajas en éste cuarto”- al día siguiente regresa mi marido del trabajo y ve que en la entrada de la casa hay montones de cajas vacías, mi marido extrañado le pregunta al ayudante: - ¿y estas cajas?- Son de la bodega- le contesta el ayudante y mi marido se extraña de que lo haya hecho sólo, ya que él le había dicho que lo harían juntos el fin de semana, pero por otra parte está agradecido de que el ayudante lo haya hecho sin ayuda de nadie, cuando entra a la bodega se lleva la extraña sorpresa de que todo sigue lleno de cosas y le pregunta al ayudante:- ¿no que habías limpiado la bodega?- y éste le contesta:- No, hice lo que me pediste, dijiste que ya no querías ver cajas así que todo lo cambie a bolsas- y efectivamente, todo estaba dentro de bolsas grandes de basura amontonadas en la bodega, mi marido se da un golpe en la frente e intenta tener paciencia, piensa que posiblemente el no supo comunicar de manera clara lo que en realidad quería hacer; mientras seguimos con una bodega llena de cosas guardadas en bolsas y con otro montón de cosas que usamos todos los días como los rollos de servitoalla que todavía no sabemos exactamente en dónde guardarlas. Al final todo es experiencia y mientras yo voy adquiriendo experiencia para llevar mejor mi casa, mi marido va adquiriendo experiencia para podercomunicarse mejor con el ayudante de la casa y nuestro hogar poco a poco va tomando forma.

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